martes, 17 de enero de 2023

 

CUMBES, QUILOMBOS Y PALENQUES: PRIMERAS EXPRESIONES DE  GOBIERNOS LOCALES INDEPENDENTISTAS EN AMÉRICA Y VENEZUELA DURANTE LA  COLONIA.

 

Ángel Custodio Velásquez

Abordar el problema de los cumbes, quilombos y palenques pasa por  acometer, aunque sea de soslayo, las peripecias por las que atravesó la población negra africana desde el mismo momento en que fue sometida al comercio de la trata humana en buena parte del mundo, como una actividad despreciable practicada en este continente contra seres humanos pensantes. Sin embargo, los orígenes de la esclavización la encontramos en  la antigüedad justificada por algunos  filósofos de aquella época. Ello es así, en tanto y en cuanto organizaciones de negros libertos, como las mencionadas, fueron trincheras y símbolos de la lucha que llevó adelante una población mixta en su descendencia pero con un objetivo común: la búsqueda de la libertad.

En efecto, la palabra negro vino del río Niger, pero no porque seres humanos en condición de esclavizados fueron transportados por allí.  El nombre original fue nigritae y el río lo llamaban Nigris. Era una combinación del berebere Gher-n-gher, que significaba río de ríos. Los locales creían que el río era el más grande del mundo.  La gente que vivía junto al río los refería como la gente del río o nigritae. Fue con el tiempo que,  por el color oscuro del río y  de los nigritae,  que la palabra la  convirtieron en sinónimo de oscuro y  con el tiempo remplazó a la palabra romana “ater” para significar el color que ahora llamamos negro. Por tanto,  negro viene de un término étnico, no de una descripción de color.  Más bien el color fue nombrado por la etnia[1].

Sin embargo,  el término “negro/negra”, fue empleado por los europeos para denominar a las personas africanas secuestradas y esclavizadas, como a sus descendientes nacidos en América; no obstante, dicha nominación cumpliría la  función social de diferenciar a los  individuos no europeos, descalificarlo y subordinarlo por el color de su piel. Así, “Lo negro” fue asociado al mutismo, la invisibilidad, la ignorancia, a la noche y, en consecuencia, a la oscuridad, como lugar por naturaleza inhóspito, desolado, desapacible y lleno de vicios, en efectiva contraposición a lo blanco[2]. En general, se trata del desprecio del hombre  blanco europeo hacia la población negra.

El fundamento a lo antes señalado, al comercio y la esclavización de los negros en el mundo fue justificada, desde el mundo antiguo  por Aristóteles quien sostenía  que:

             La naturaleza, teniendo en cuenta la necesidad de la conservación, ha creado a unos seres para mandar y a otros para obedecer. Ha querido que el ser dotado de razón y de previsión mande como dueño, así como también que el ser capaz por sus facultades corporales de ejecutar las órdenes, obedezca como esclavo (…) La naturaleza ha fijado, por consiguiente, la condición especial de la mujer y la del esclavo (...) En la naturaleza un ser no tiene más que un solo destino, porque los instrumentos son más perfectos cuando sirven, no para muchos usos, sino para uno sólo (…) y los poetas no se engañan cuando dicen: «Sí, el griego tiene derecho a mandar al bárbaro», puesto que la naturaleza ha querido que bárbaro y esclavo no fuesen una misma cosa (…) La primera asociación de muchas familias (…) es el pueblo (…) La asociación de muchos pueblos forma un Estado completo, que llega, si puede decirse así, a bastarse absolutamente así mismo (…) El Estado procede siempre de la naturaleza, lo mismo que las primeras asociaciones, cuyo fin último es aquél; porque la naturaleza de una cosa es precisamente su fin, y lo que es cada uno de los seres cuando ha alcanzado su completo desenvolvimiento se dice que es su naturaleza propia, ya se trate de un hombre, de un caballo o de una familia[3]

 

De esta cita se desprende que “los esclavos” son tales por: su naturaleza, nacieron para servir, ser propiedad de otro(s) y  aptos para ser  sometidos al trabajo forzado; porque -según su naturaleza- nacieron “para obedecer”  Allí radica el desprecio por la población negra y el trato dado por quienes ostentaron el poder desde la antigüedad hasta el siglo XIX, por solo nombrar este período histórico; experiencia a partir de la cual se instauró el llamado racismo[4] en el mundo.

En América, el trabajo forzado sirvió de base  a la producción de mercancías que tuvo como cimiento,  en un primer momento,  la fuerza de trabajo de los pueblos originarios,  la cual fue  remplazada,  en alto porcentaje, por la fuerza de trabajo africana[5].  

El comercio de negros extraídos del continente africano y distribuidos por varias partes del mundo,  sobre todo, para realizar trabajo forzado, en particular en América, representó la primera y odiosa forma de tráfico de humanos y de acumulación de capital en tanto que los negros africanos fueron considerados mercancías transables por objetos equivalentes en aquellas relaciones sociales de producción mercantilistas predominantes en la época. Por ello, el presente trabajo pretende hacer un aporte para el debate sobre el particular a partir del abordaje del comportamiento del tráfico de humanos desde diversos puntos de África hacia otras  partes del mundo y, en particular,  hacia América. Asimismo, se aborda el trabajo forzado al que fueron sometidos los esclavizados[6], la búsqueda de su libertad, la creación de los Cumbes, quilombos y palenques  en varias partes de América como gobiernos locales desde los cuales enfrentaron las políticas del Estado Monárquico Español en América ejecutadas por sus gobernadores y, particularmente, en la provincia de Venezuela, nos referimos a  la esclavización, al trabajo forzado, los castigos ante las huidas, las contribuciones, impuestos, gravámenes, abusos y exacciones a las que fueron sometidos por las autoridades españolas en el territorio, entre otras,  pero en general, las luchas diversas por hacerse libres de sus dueños y de las políticas impuestas por la nobleza española.

En ese orden de ideas, las Rebeliones, motines, asonadas, rebeldías, insurrecciones  colectivas de Negros y pueblos originarios  en la Provincia de Venezuela,  se sucedieron desde el siglo XVI en adelante; y, con mayor fuerza, en  el siglo XVIII. Éstas expresiones de luchas, ligadas a del Negro Miguel de Buría (1552-1553), Andresote en el valle del Yaracuy (1730-1733);  el motín de San Felipe el Fuerte (1740-1741); la rebelión de El Tocuyo (1744); Juan Francisco de León (1749-1752),   el movimiento de los Comuneros de los Andes (1781) sumadas a las de José Leonardo Chirinos en la Sierra de Coro en 1795, la conspiración de Gual y España (1797) y la incursión del General Francisco de Miranda  en la Provincia de Coro (1806), representan un acumulado histórico de experiencias y luchas– vista la historia como proceso con continuidades, discontinuidades,   puntos de inflexión, cambios y transformaciones- construido en el contexto de la dinámica de la  geopolítica internacional que se vivía para el momento, sobre todo, la crisis económica  y el debilitamiento de España por las guerras contra  Francia, Holanda e Inglaterra el auge del comercio; y el libre mercado. Muchas de estas  confrontaciones fueron por la  disputa  y el control de las colonias de España en América y el contrabando.

El comercio de negros, primera forma de Acumulación de capital en Europa y América, siglo XVI

El nacimiento del sistema de esclavización es antiguo, ya existía en los tiempos de  Aristóteles, por lo ya dicho, y se produjo en diferentes partes del mundo. No obstante,  su régimen de producción mercantil  data siglos anteriores a la era cristiana, y su génesis se encuentra en las ciudades-estado de Grecia o en el imperio romano[7]. Para esa misma época los esclavizados prevalecieron en la producción comercial que se destinó a mercados locales y a otras naciones. Los esclavizados se constituyeron en la base económica de la economía mercantilista y los modos de vida de la época.

 

Con apoyo en el trabajo de investigación de Ramón Chirinos, denominado: La Mano de Obra esclavizada en la jurisdicción de Coro, 1640-1811[8], y la combinación con otros datos y análisis del autor de este trabajo, encontramos que:

-  El  sistema-mundo capitalista se empezó a construir en Europa a partir del siglo XVI[9] con la crisis del sistema feudal, la apropiación y concentración de la tierra y  el tráfico de seres humanos el cual  no se limitó sólo a la invasión y colonización de América, por cuanto ya la península europea había proporcionado esclavizados a Bizancio y  al mundo Islámico y  desde el siglo XII, en el mediterráneo,  Chipre y Sicilia, se empleaba el trabajo forzado en el cultivo de caña de azúcar y en las minas.

-  Los portugueses fueron los iniciadores del comercio de negros africanos a lo largo de la costa occidental de África.  “Los comerciantes enviaban a casa oro, pimienta, marfil, palo de tinta, goma, cera de abejas, cuero y madera así como esclavos[10]”.

-  En el siglo XV; aumentó la  sustracción de  personas  de África que tuvo como destino principal a América, la cual se convirtió, años después, en su principal destino y demanda. De esta manera,  África se transformó en el principal abastecedor de negros esclavizados[11].

-  Portugal en el año 1500, acrecentó el flujo de esclavizados hacia sus predios económicos[12]. Sin embargo, para el año “1530 empezó a cultivarse la caña de azúcar en Brasil, lo que hizo de este país el principal consumidor de esclavos[13]”; que  terminó de absorber la cultura de Portugal,  como parte del coloniaje que recibió ese país;  y la acumulación de capitales logrado a partir del trabajo forzado de la mano de obra de  los negros africanos en calidad de esclavizados.

-  En  el siglo XVII, en Asia,  los europeos usaron esclavizados; así como los holandeses, reclutaron negros en Madagascar y Mindanao,  para usarlos como esclavizados en Cabo Buena Esperanza en África. En ese siglo, a través del Sahara,  fueron exportados grandes cantidades  de negros esclavizados hacia el norte de África, entre las regiones de Sudan y las costas orientales de Arabia, específicamente en el golfo pérsico. Incluso el comercio de negros africanos por parte de los portugueses en pleno siglo XVI, en dirección  a las Islas del Atlántico productoras de cañas de azúcar y de las minas de platas de América del sur,  fue  en cantidades limitadas[14].

-  La gran expansión del comercio de negros africanos se logró aproximadamente a mediados del siglo XVII, con los requerimientos de fuerza de trabajo esclavizada en los medios de producción de la caña de azúcar en las Indias  Occidentales, así como también en las diversas plantaciones de América.

-  Los holandeses le disputaron el comercio de negros a los portugueses y  partir de 1621 con la creación de la compañía Holandesa de las Indias occidentales, intensificó tal rivalidad que Holanda se apoderó,  por la fuerza, de la industria azucarera de Brasil, así como de cortarle el abastecimiento de  esclavizados africanos en los predios económicos brasileños por parte de Portugal. Con esta decisión,  “Los holandeses atacaron (…) las posesiones portuguesas en África.

-  En 1638 se apoderaron de la fortaleza de Elmina, en la Costa de Oro; tres años más tarde de las de Luanda y toda la costa de Angola. Buena parte de la trata atlántica pasó (…)  a mano de Holanda[15]”. La caída de Pernanbuco y de las posesiones portuguesas en mano de los holandeses,  afectó la producción de azúcar y el sistema de esclavización en Brasil.

-  A partir de 1640, el tráfico comercial de Negros como mano de obra esclavizada, se internacionalizó, permitiendo el paso de otras naciones europeas. En el proceso colonizador-civilizador,  los ingleses  estuvieron, desde un principio,  a la cabeza del régimen de explotación laboral forzado mediante el trabajo esclavizado africano; aunque  desde un principio  no fue así, en tanto que a mediados del siglo XVII, los primeros cultivos agrícolas  como el tabaco y añil, se hacían en pequeñas explotaciones con  blancos libres o bajo el sistema de enganche[16].

-  Para el año 1660, el imperio holandés, empezó a tener a los ingleses como un fuerte rival en el sistema comercial,  quienes crearon la Real Compañía de África que hizo actividad comercial con diversas mercancías.

-   De igual manera, en 1644, los franceses se constituyeron en otro fuerte rival en el comercio y  crearon varias compañías con el fin de comercializar en el Atlántico del sur[17].

-  Entre 1701 y 1810, Inglaterra exportó del África Occidental alrededor de 2 millones de esclavizados, es decir, esta potencia comercial, traficó aproximadamente dos tercios del total despachado entre las tres potencias principales del tráfico comercial con negros africanos; en tanto que Francia y Portugal transportaron unos 600 mil esclavizados cada imperio durante el periodo anteriormente descrito[18].

-  Durante el tiempo   que duro el tráfico comercial de negros, teniendo a África como centro de almacén de fuerza de trabajo esclavizable, se calculó que entre los siglos XVI y XVII, salieron de manera forzada, aproximadamente 2 millones de las costas occidentales de África y 2 millones más de las sabanas y cuerno de África.

-  Entre los siglos de mayor rentabilidad de la fuerza de trabajo  como fueron el XVIII y XIX, se calcula un total acumulado aproximado de 14 millones de negros africanos exportados, de los cuales 9 millones provinieron de las costas occidentales de África, más 3 millones de los territorios de Sudan y del cuerno de África y 2 millones de la costa oriental. Del total histórico que duró este vil comercio, se exportaron alrededor de 18 millones de africanos hacia diferentes centros de producción[19], en diversas formas de la división social del trabajo esclavizado[20].

 

 

 

Tráfico de esclavizados negros hacia América como mano de obra, ante la merma de la mano de obra nativa y sus descendientes.

El flujo y distribución de esclavizados africanos tuvo una razón de peso para su importación como mercancía hacia América: la   necesidad de una mano de obra que suplantará a los supuestos “débiles”  nativos, El móvil  del problema fue la racionalidad económica.  La merma de americanos en pleno proceso de invasión y sometimiento, debido al genocidio de éstos por parte de los invasores españoles, obligaron a los mismos a montarse en la gran empresa de comercializar la fuerza de trabajo de los negros africanos en calidad esclavizable hacia  América. Este proceso estuvo influido desde un principio de la compulsiva diáspora africana, por las condiciones laborales en las colonias americanas de las potencias luso-hispano[21]. La insuficiente mano de obra esclavizada aunada a los excesivos espacios territoriales por explotar,  exigía con urgencia una masa de personas  para las nuevas  labores de producción. La escasez de mano de obra en América motivó el alto costo de la misma e indujo, en consecuencia,  el traslado forzado de africanos en calidad de esclavizados para ser distribuidos en los diversos espacios territoriales existentes en América. Sin embargo, desde los inicios de la colonización se usó mano de obra  blanca en calidad de trabajo por contrato:

“La utilización de trabajadores esclavos indígenas, adoptada por los portugueses tuvo éxito solo en parte, debido en gran medida al escaso número de indígenas y a su muy alto grado de susceptibilidad a las enfermedades europeas. Durante el primer siglo de colonización también revistió importancia la utilización de siervos blancos “por contrato”, pero así como ocurrió con los trabajadores esclavos indígenas, se volvió menos confiable con el transcurso del tiempo debido a los crecientes salarios registrados en Europa hacia fines del siglo XVII, que provocaron una disminución en la oferta”[22].

 

Estaban creadas las condiciones para el ingreso masivo de mano de obra negra esclavizada. A ello se unió el aumento del comercio en Europa y entre ésta con otros continentes; en tanto que el sistema agrícola comercial de América comenzaba a desarrollarse a gran escala en calidad exportable al continente europeo. Eso generó una fuerte creación de haciendas y plantaciones que requerían urgentemente de mano de obra para la explotación de estos predios productivos. De esta manera, la mirada de los colonizadores se dirigió a África para  la importación de esa mano de obra en calidad de esclavizados. Además,  esa nueva masa de personas reunía las condiciones físicas y laborales para tales fines de explotación de parte de la nueva clase dominante. Así,

“La temprana y masiva incorporación de mano de obra en la economía colonial, además de incrementar los beneficios que se obtenían por la explotación de la población indígena encomendada, le permitirá a los encomenderos, dueños de las minas y haciendas, intensificar y ampliar más aun sus actividades económicas (…) la esclavitud africana aparecerá , inicialmente, como una prolongación de la de los indios para cubrir los requerimientos colonialista de la Metrópoli, de los encomenderos, de los mercados, etc”.[23]

De esta manera,  a la par de las necesidades de naciones  originarias  hacia los predios productivos, se incorporó progresivamente la mano de obra africana al proceso económico de la sociedad colonial americana y de  forma  similar a la sociedad colonial venezolana. Esta dinámica demográfica compulsiva de negros africanos en América se pudo medir por el número de esclavizados africanos que desde principios del siglo XVI hasta un poco más de la primera mitad del siglo XIX fueron introducidos  en condiciones de  esclavizados por los traficantes europeos.

En ese proceso de ingreso a América de negros africanos esclavizados e incorporados a la producción, se pueden identificar tres momentos:

1.  1440-1640: en este tiempo histórico el tráfico comercial de negros no fue más que un pequeño elemento de un comercio diversificado cuyo control perteneció a España y Portugal.

2.  1640-1807: se produjo  la denominada internacionalización del comercio de negros  bajo el control de los traficantes portugueses que ante los tratantes privados comenzaron a perder peso económico y político en el negocio. A partir del año 1640, el tráfico comercial de negros se internacionalizó con la incorporación progresiva de otras compañías que se especializaron en tal sistema comercial[24].

3.  1807-1870: Se gesta la  denominada  era abolicionista de la esclavización, cuyos inicios se sitúan en el último tercio del siglo XVIII[25]. En este proceso es necesario  precisar que:

a)     Los negros esclavizados llegaron al continente americano casi simultáneamente con los colonos blancos, ya que para el año 1501 se encontraban negros en la Isla La española; sin embargo no es hasta 1518, cuando el tráfico comercial de negros se inicia formalmente con la introducción del primer cargamento de negros llegado directamente de África[26].

b)      No se sabe a ciencia cierta cuantos negros cruzaron el atlántico antes del último país de América que abolió la esclavización. Sin embargo,  algunos datos numéricos arrojan la cantidad aproximada de quince millones[27] de emigración forzada africana hacia los predios americanos.

c)     El capital comercial jugó un papel fundamental en la expansión del capitalismo,  a través de la creación de un mercado con  algunos países del  mundo, en el cual la competencia, la concentración de la propiedad de tierra y de los medios de producción  y una gran masa de hombres forzados para el trabajo productivo, permitió  la creación de un sistema de intercambio de mercancías, que se venía desarrollando desde la antigüedad en la construcción del sistema-mundo, y no ocupaba un lugar fundamental en la economía; pero con la incorporación del tráfico de negros como actividad comercial en el doble juego económico que éste tuvo: permitió un mercado de economía simple de mercancías que sirvió para el desarrollo de una producción mercantil simple que facilitó la acumulación originaria de capitales; y el desarrollo de un capital comercial que movilizó el mercado colonial americano para una mayor producción mercantil, mientras que para los europeos terminó de reforzar su capital industrial hacia la segunda mitad del siglo XVIII y al predominio, de manera más visible,  de la transición al modo de producción capitalista[28].

Las condiciones de vida y de trabajo de la población negra africana en calidad de mano de obra esclavizada, era insoportable: por las largas faenas que debían cumplir; los castigos recibidos por motivo del cansancio acumulado que se desmayaban en plena faena, la escasa alimentación recibida, el impedimento a desarrollar su espiritualidad, las huidas, entre otros factores, generaba entre la población esclavizada dos comportamientos: a) una porción de ellos se volvieron sumisos y, ante el mismo desarraigo de su cultura y población, terminaron aceptando el sistema de dominación; b) otra parte menos numérica relativamente se rebeló contra dicho sistema y, muchos fueron asesinados por su inconformidad; mientras que otros optaron por fugarse de sus sitios de trabajo para zafarse de sus dueños. Estos últimos, por lo general, habían sido seres libres en su patria de origen, por su cultura,  y dominaban oficios. De manera que tenían conciencia del sistema oprobioso e inhumano al cual habían sido sometidos, y lo rechazaban  y, ante el momento oportuno,  optaban por la fuga. Ya en la condición de fugados, eran objeto de  captura por el amo de cualquier manera: vivo o muerto.

Los negros en situación de fuga, representaban un peligro latente para los amos dueños de haciendas y plantaciones porque era una señal que agitaba a otros negros para que planificaran su fuga. Los negros libertos para su sobrevivencia, se vieron obligados a juntarse y crean su propia organización social. Fueron diversas las formas de organizaciones sociales construidas en América por los negros fugados. Entre ellos resaltan Los quilombos, palenques, rochelas y los cumbes, en América y Venezuela.

Fugas,  construcción de cumbes, cimarronaje y rebeliones y  el sistema socio-económico implementado por el Estado Monárquico Español en América y la provincia de  Venezuela 

 

En Venezuela, “Cumbe” se ha conocido como una voz de origen africano “cumbe” o “cumbé” que era un baile. En otras partes de América se les conoce como “palenques”, “rochelas” o “quilombos”. Por tanto, los cumbe son aquellos pueblos o villorrios de chozas de negros cimarrones, esclavos escapados de las haciendas en la época colonial, los cuales se internaban en regiones inaccesibles para las autoridades o caza fugitivos enviados por los hacendados y crearon comunidades organizadas en lugares con fuente de agua y cuevas, con alcaldes que ejercían su autoridad en el interior de los Cumbes[29]. En  la provincia de Venezuela, en la región cacaotera de Barlovento, al este de Caracas, fueron cumbes famosos El mango de Ocoyta y Birongo.

En el siglo XVI se inició formalmente el tráfico de seres humanos esclavizados hacia América, pero también la resistencia a tan horrible empresa. El trato inhumano que recibía la población negra fue motivo de numerosas sublevaciones a la brutal dinámica económica y social, así como también  el azote, a la que estaban sometidos. Una de las maneras de librarse de este trato inhumano de la esclavización fue huir al monte. Quienes lograban escapar formaban poblados en parajes ocultos. Los blancos los llamaban “cimarrones”, la misma palabra  usada para referirse al ganado salvaje o que se escapaba de los potreros. En los cumbes se recreaban los modos de vida propios de África; la liberación era también una forma de volver a su tierra. Estos espacios estaban constituidos  por esclavizados negros, indios, pardos y hasta blancos pobres[30], todos sometidos,  de alguna u otra manera,  a un sistema social y económico que les resultaba insoportable.

En muchos de los casos, las rebeliones contaron con el apoyo de nativos que no formaban parte del cumbe, pero que como habitantes de las zonas aledañas a este y en muchas oportunidades por estar identificados con la causa negra, facilitaron refugio, insumos e información respecto de la posición de los perseguidores. Tal es el caso de etnia Tomusa (Barlovento) y los Jirajaras (zona de lo que hoy es Yaracuy).

Al correrse el rumor en las haciendas de la fundación de un cumbe, comenzaban a cobrar fuerza las expectativas de fuga en la población negra. Pero también ocurría que desde los cumbes secuestraban mujeres, para la procreación, y también reclutaban  hombres para la guerra y el trabajo. Lo cierto es que las sublevaciones de negros y la proliferación de estos asentamientos ponían en grave peligro la economía colonial. Esta dependía en gran medida de las actividades comerciales que tenían como base el trabajo esclavizado, como las plantaciones de caña de azúcar y las haciendas productoras de cacao, añil y café.

Los hombres y mujeres que no aceptaron la condición de esclavización a la que se les sometió,  efectuaron distintas formas de resistencia, inicialmente en el traslado forzoso y degradante desde África y, posteriormente, durante su llegada y estadía en los territorios americanos. Esas formas de resistencia fueron variadas, incluyendo arrojarse al mar, negarse a consumir alimentos, enfrentarse con los guardianes esclavistas, amotinarse y sublevarse. Estas fueron manifestaciones en contra del sistema de esclavización y de prácticas insensibles y crueles como la trata, aterrador comercio de seres humanos.

Durante todo el periodo colonial se produjeron sublevaciones en los dominios americanos de las monarquías europeas. En el siglo XVI fueron notables, por ejemplo, las ocurridas en el ingenio del almirante Diego Colón y en las minas de Buría, Venezuela, donde en 1552 el negro Miguel trató de unir a nativos y cimarrones contra la dominación colonial.

Durante el siglo XVII, se destacó la resistencia organizada por Yangá en México y la sostenida por el quilombo de Palmares en la selva brasileña. Los palenques se generalizaron como símbolos de la lucha libertaria en el siglo XVIII. Cabe destacar, en ese siglo, los levantamientos de Andresote (1732) y Miguel Espinosa (1794) en la Provincia de Venezuela.

Durante el siglo XVIII, en las posesiones americanas de las potencias europeas se produjeron rebeliones de esclavizados. Allí se forjaron grandes figuras de las luchas de negros, algunas de las cuales adoptaron nombres africanos, reivindicando  su origen: Macandala en Haití, Cudjoe –quien organizó en Jamaica la Primera guerra cimarrona (1729-1739) – y Barón, Boni y Joliecoeur, activos en Surinam entre 1772 y 1778. Estos líderes manifestaron el más aguerrido cimarronismo, el cual tuvo en los palenques su máxima expresión de organización y lucha por la libertad.

Hubo otras comunidades políticamente organizadas de hombres y mujeres cimarrones: los MambíesLadeiras o Mocambos, fueron asentamientos que se constituyeron en expresiones de lucha y resistencia, materialización del anhelo de no ser sometidos y en espacios de construcción de sociedades diferentes y autónomas lideradas por cimarrones. Estas también fueron conocidas como Palenques en Colombia, Perú y Ecuador, Cumbes en Venezuela, Quilombos en Brasil y Room en Jamaica.

Las posibilidades defensivas, entre otros requerimientos, fueron consideradas por los caudillos de los palenques al momento de seleccionar su ubicación.  María Cristina Navarrete,  afirma que optaron “por zonas abruptas, cenagosas, rodeadas de monte espeso que les permitieran dificultar el acceso a los enemigos”[31]. Además, algunos palenques “estaban fortificados con empalizadas, bordeados con trincheras, zanjas, estacas y con trampas en los caminos de acceso, para impedir la entrada de las fuerzas de gobierno”[32]

Así mismo, contemporáneas a los palenques fueron las rochelas, poblados compuestos por algunos bohíos y cultivos de maíz, yuca o plátano. Sus habitantes también pescaban, cazaban, contrabandeaban e, incluso, vendían sus excedentes en pueblos o haciendas aledañas. La característica distintiva de estas comunidades era la de no estar sujetas a vasallaje, al pago de tributos y al cumplimiento de las obligaciones civiles o religiosas que correspondían a quienes se hallaban avecindados, las cuales fueron políticas impuestas por el Estado Monárquico español. Igualmente, las rochelas estaban conformadas por grupos que buscaban escapar de las autoridades, tales como nativos prófugos, cimarrones, marineros escapados de sus buques o soldados desertores. Los blancos pobres, incluso españoles, también podían arrochelarse. Por supuesto, para las autoridades españolas, los arrochelados vivían “sin Dios ni ley” y en permanente “estado de pecado”.

Vidas y lugares propios de los negros libertos en la colonia

Tradicionalmente, se ha hecho ver que las rebeliones de  negros no tenían  significación ni trascendencia. Se ha llegado incluso a calificarlas como acciones sin propósito alguno o como bandas delictuales. Pero lo cierto es que el intento por establecerse en territorios libres iba ligado a la práctica de modos de vida que tenían nombre propio y estructura. Se aclara que no siempre los negros libertos  constituyeron centros de resistencia armada. Su organización,  en muchos casos, obedecía a la necesidad de establecer espacios de convivencia alejados de la esclavización. Sin embargo, los poblados  sí colaboraron refugiando y alimentando a los negros cimarrones que formaban partidas guerrilleras.

Las huidas y rebeliones llevaron a la creación de reales cédulas (disposición legal de la Corona) que contemplaban los más crueles castigos a los insurrectos. El cepo, la maza, la mutilación de piernas y orejas, una marca a hierro caliente en la frente, azotes, horca, rústicas máscaras de metal y en el mejor de los casos, el fusilamiento.

La vida en el cumbe: organización social y organización para el trabajo y la defensa:

Economía de subsistencia

·         Utilizaron como bastimento la Yuca, caraotas, ocumo, mapuey, plátanos, maíz, auyama y algunos animales provenientes de las haciendas de los amos, la caza de chigüires, iguanas y dantas, conformaban la mesa del cumbe.

·         Aprovechaban al máximo los frutos que se producían naturalmente en la selva: la guayaba, el mamón y el jobo. Aún hoy, parte de esta dieta está presente en nuestra gastronomía tradicional.

·         Estos métodos de subsistencia contemplaban también el contrabando, específicamente del cacao, ante la imposibilidad de desarrollar una actividad económica estable que garantizara el mantenimiento de las familias en el nuevo poblado.

·         Se pudiera hablar de un esquema mixto: que por un lado,  desarrollaba actividades agrícolas y recolectoras y, por otro,  optaba por el robo y el contrabando, todo con el fin de garantizar la vida en el cumbe.

·         Muchos de los cumbes –como ya se señaló- tenían una composición social mixta: esclavizados negros, indios, pardos y hasta blancos pobres.

La dinámica social

·           Un cumbe podía llegar a tener hasta más de 100 integrantes, todos identificados con una necesidad vital: la libertad. No obstante, podían vivir con un mínimo de comunicación entre un rancho y otro.

·           Ejercían las prácticas de su espiritualidad.

 

 

 

Valores  en el cumbe

·           Lo verdaderamente significativo era la colaboración y la solidaridad a través del trabajo y de la preservación de la paz y el respeto, importantes aspectos humanos de su cultura traída de África y de la aprendida durante el cautiverio[33].

Organización para la defensa

·           Muchas de las armas que usaban,  se las quitaban a los antiguos dueños. Otras la obtenían por contrabando. Resalta el caso del negro Andresote que recibía armamento de los holandeses a cambio de apoyar el contrabando de éstos (1729-1735) en lo que es hoy el territorio de Río Tocuyo que desemboca en Boca de Aroa.

·           Constituyeron grupos que practicaron la guerra de guerrillas (guerra de movimiento, uso del factor sorpresa, emboscadas, fácil movilidad, entre otras cosas)

¿Por qué los cumbes fueron las primeras formas de gobiernos locales y continuidad de la lucha por la independencia iniciada por los pueblos originarios  en la Provincia de Venezuela,  ante la invasión española, 1498?

 

1)  Tanto los pueblos originarios de América como los pueblos africanos tenían la experiencia de lo que significaba una organización social y  formas de producir diversas; maneras de protegerse de la naturaleza; ejecutaban prácticas culturales diversas y el ejercicio de su espiritualidad. Ambos pueblos tenían culturas distintas y conocían, además, la libertad.

2)  La opresión a la que eran sometidos los pueblos originarios y sus descendientes y los negros africanos, fue una política pensada por el Estado Monárquico Español, es decir, era una política diseñada por ideólogos de la nobleza y ejecutada por sus contratados (Colón) y sus ciudadanos (gobernadores, ejército y la iglesia cristiana) con la clara intención de someter a un territorio, su gente y expoliar sus riquezas. Cuando los pueblos originarios y los negros africanos enfrentaron esta política fundada en la violencia,  el oprobio y la cristianización, estaban enfrentando al Estado Monárquico español en sus expresiones concretas en el territorio de América y, en particular, el territorio de la Provincia de Venezuela.

3)  La visión que tuvieron los pueblos originarios en lucha y en unidad con los negros africanos, blancos pobres, entre otros sectores sociales, era abolir la esclavización y alcanzar la libertad que significaba enfrentarse al Estado Monárquico Español y sus operadores en América; y ello  torpedeó  el sistema de producción impuesto por los españoles en América. Es tan así que cuando los españoles exterminaron la mano de obra nativa, la producción   agrícola disminuyó y la forma de restituir la economía y aumentar la exportación,  fue trayendo mano de obra esclavizada de África.

4)  Cabe resaltar que los cumbes se constituyeron con negros, nativos y blancos pobres, hasta donde conocemos. Fue un proceso unitario que se produjo entre estos sectores sociales en la lucha por su libertad. Allí se materializó un proceso de interculturalidad, de producción colectiva y solidaria, intercambio de saberes y una división simple del trabajo.

5)  Las formas de luchas combinadas de este bloque de poder local, denota que no eran ingenuos, manejaban conocimiento y estrategias de guerra no occidentales. Por lo demás, controlaron territorios diversos.

6)  Es de suponer que no manejaran una plataforma política al estilo europeo u occidental o como se conoce hoy, pero si tenían un objetivo claro: abolir la esclavitud y alcanzar la libertad que no obedecía a la noción de libertad de la revolución democrático-burguesa de Francia en 1789.

7)  Que fueron derrotados sí,  porque se trataba de una confrontación  muy dispareja tanto en hombres como en calidad de armamento;  pero eso no niega que hayan controlado territorios, constituido  gobiernos locales y dejar una huella indeleble en la historia de América pero también en Venezuela que es necesario profundizar su investigación.

8)  Mientras Bolívar se planteó como norte de lucha alcanzar la libertad, la igualdad y la confraternidad, valores de la revolución democrático burguesa en Francia, los negros y nativos se plantearon la libertad, la igualdad con los blancos y practicaban la fraternidad. O parte de la propuesta de Bolívar,  extensiva a un territorio mayor,  ya estaba presente en la propuesta de los negros; o los negros también lucharon por la independencia ante que nuestros libertadores representados por la Aristocracia Territorial Criolla, en una coyuntura histórica distinta,  enfrentando las políticas de opresión de  España en el territorio de América. .

9)  Por tanto, la lucha de los nativos y los negros por su libertad,  es un ejemplo a seguir en estos tiempos,  contra el imperialismo colectivo delincuencial que agrupa a los opresores de ayer y de hoy, como herencia histórica para que nuestro pueblo alcance su independencia definitiva. Esto es, la lucha que iniciaron los pueblos originarios contra los invasores europeos y, particularmente, los españoles, es la misma lucha que continuaron los negros y la misma lucha de Bolívar contra el imperio español, retomada y continuada por Chávez pero ahora contra el imperialismo colectivo delincuencial organizado en la OTAN y capitaneada por la élite de poder del imperialismo yanqui. Ayer y hoy es la misma lucha con continuidad en el tiempo por la independencia definitiva; y que es responsabilidad de las actuales generaciones por llevarla adelante y hacerla cristalizar en victoria definitiva.

NOTAS:

[1]Pretell, Jaime. ORIGEN DEL TÉRMINO "NEGRO":: OTRA VERSIÓN, Disponible en: http://www.cimarrones-peru.org/negro-otra.htm

[2] Estherpinedag Estándar. No me llame negro, dígame afrodescendiente. No me diga afrodescendiente, llámeme negro. Disponible en: http://estherpinedag.wordpress.com/2011/05/08/no-me-llame-negro-digame-afrodescendiente-no-me-diga-afrodescendiente-llameme-negro/

[3] La cita provienen de la edición virtual realizada por el Instituto Cervantes,  disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/13561630989134941976613/p0000001.htm#I_2_

[4] El desprecio por la población negra es de tal magnitud que a la población sustraída de varios territorios africanos se les calificó de raza para diferenciarlo del hombre blanco europeo. La noción de raza es extensiva a los animales.

[5] IANNI Octavio: Esclavitud y Capitalismo. Editorial Siglo XXI. 1era edición en español, México, 1976. P, 11

[6] Sustituimos el término esclavos por esclavizados. El primero pretende ocultar  un proceso socio-histórico en el que seres humanos fueron sometidos a un proceso de esclavización para realizar trabajos forzados en la producción de la tierra en diversos continentes, sustraídos por empresas negreras de sus territorios sociales donde habitaban; y, el segundo, busca develar que las madres africanas parieron seres humanos libres y fueron socializados  en el marco de su cultura. Muchos de ellos cuando fueron desarraigados, ya tenían profesiones y/u oficios definidos.

[7] KLEIN Herbert: Las características demográficas del comercio atlántico de esclavos hacia Latinoamérica. http//narignanidigital.com.ar/_bol_ravig/n08/n08a01.pdf. p, 7

[8] Este Trabajo de Grado para optar al  título de magister Scientiarum en Historia, Convenio inter-institucional UCLA-UPEL, ciudad de Coro, octubre, 2013, fue aprobado con mención publicación.

[9] Wallerstein Immanuel: Análisis del Sistema-mundo. Una introducción.  Editorial siglo XXI. Segunda edición en español, México-D.F, 2006

[10] Wolf Eric: Europa y la gente sin historia. Fondo de cultura económica, México. 1era edición en español, 1987. P. 241

[11] BOXER Charles: The Dutch Seabone Empire. 1600-1800. Pinguins book, 1973. Pp, 268-269

[12] Ibid,  P, 31

[13] WOLF Eric: Ob Cit. p, 242( WOLF Eric: Europa y la gente sin historia. Fondo de cultura económica, México. 1era edición en español, 1987. Pp, 137-138)

[14] GENTILE Anna María: El León y el cazador: historia del África Subsahariana. 1era edición. Ciudad autónoma de Buenos Aires. CLACSO 2012. P, 69

[15] KLEIN Herbert: La esclavitud africana en América latina y el Caribe. Alianza editorial. Madrid, España 1986. P,  40

[16] Ibid. P, 41

[17] WOLF Eric: Ob Cit. P, 243

[18] Idem

[19] P. Manning: Slavery and African Life. Occidental, Oriental and African Slave Trades. Cambridge University Press, Cambridge 1990. Pp, 8-26.

[20] Para mayor información al respecto, ver: Chirinos Ramón, La Mano de Obra esclavizada en la jurisdicción de Coro, 1640-1811, trabajo  de Grado para optar al título de magister Scientiarum en Historia, Convenio inter-institucional UCLA-UPEL, ciudad de Coro, octubre, 2013.

[21] KLEIN Herbert: Las características demográficas del comercio atlántico de esclavos hacia Latinoamérica. http//narignanidigital.com.ar/_bol_ravig/n08/n08a01.pdf. p, 7;  WILLIAMS Eric: Capitalismo y esclavitud. 1era edición de Traficantes de Sueños. Madrid, España 2011. Pp, 36-37

[22] Ibíd. Pp, 7-8

[23] BATTAGLINI Oscar: Ob Cit. P, 43, citado por Chirinos Ramón, La Mano de Obra esclavizada en la jurisdicción de Coro, 1640-1811, trabajo  de Grado para optar al título de magister Scientiarum en Historia, Convenio inter-institucional UCLA-UPEL, ciudad de Coro, octubre, 2013.p.129

[24] Nota bibliográfica sobre comercio de esclavos, esclavitud y abolicionismo. http//revistas.ucm.es/index.php/CHMC/article/download/CHMC8787110297A/1110. P, 299; VEGA FRANCO Marisa: El tráfico de esclavos con América. 1era edición Escuela de Estudios Hispano-Americanos. Sevilla, España. P, 4.  En la misma página se reafirma lo siguiente: “El periodo de 1640-1692 es de cambios profundos. La continuidad mantenida en el tráfico en los cuarenta y cinco años anteriores, se rompe ante la política dubitativa de la corona que se encuentra en un gran dilema: los monopolizadores de las fuentes de suministro de esclavos son sus principales enemigos: Portugal, Holanda e Inglaterra. Además, las circunstancias en el Caribe habían cambiado notablemente al haber pasado varias de sus Islas a manos de extranjeros. El Caribe había dejado de ser un lugar español para convertirse en un espacio internacional”.

[25] MANNIX Daniel y COWLEY  M: Historia de la trata de negros. 2da edición Alianza Editorial. Madrid, España 1970. Pp, 7-57; MORENO GARCIA Julia: Nota bibliográfica sobre comercio de esclavos, esclavitud y abolicionismo. http//revistas.ucm.es/index.php/CHMC/article/download/CHMC8787110297A/1110. P, 299

[26] MANNIX Daniel y COWLEY  M: Ob Cit. p, 7

[27] IBID. P, 7

[28] SEE Henri: Orígenes del capitalismo moderno. Disponible en: http://scholar.google.com/scholar?start=50&q=real+compa%C3%B1ia+francesa+en+la+trata+de+negros&hl=es&as_sdt=0

[29] Los Cumbes. Disponible en:  https://www.saberesafricanos.net/noticias/cultura/779-en-los-cumbes-los-negros-buscaron-recuperar-el-modo-de-vida-que-se-les-habia-arrebatado.html

[30]  Los blancos pobres, eran provenientes  de las Islas Canarias y, ante su situación de pobreza, también fueron sometidos en calidad de esclavizados.  Era tan así que Ramón Chirinos en su Trabajo de Grado para optar al título de Magister en Historia, logra develar que hubo negros en la zona de la provincia de Coro, hijos de dueños de haciendas, que también esclavizaron a blancos pobres y sometidos a trabajos forzados en las haciendas otorgadas por sus padres.

[31] Para ampliar la información al respecto ver María Cristina Navarrete, disponible en: https://www.google.com/search?q=.+Mar%C3%ADa+Cristina+Navarrete%2C+afirma+que+optaron+%E2%80%9Cpor+zonas+abruptas%2C+cenagosas%2C+rodeadas+de+monte+espeso+que+les+permitieran+dificultar+el+acceso+a+los+enemigos%E2%80%9D&oq=.++Mar%C3%ADa+Cristina+Navarrete%2C++afirma+que+optaron+%E2%80%9Cpor+zonas+abruptas%2C+cenagosas%2C+rodeadas+de+monte+espeso+que+les+permitieran+dificultar+el+acceso+a+los+enemigos%E2%80%9D&aqs=chrome..69i57.2430j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

[32] Ídem

[33] Memorias de Venezuela. : Observatorio de Medios del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños

 

 


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