FUNDAMENTOS DEL PENSAMIENTO
POLÍTICO DE SIMÓN BOLÍVAR Y SU DOCTRINA
Ángel Custodio Velásquez
El pensamiento político
de Simón Bolívar fue la síntesis de su formación con las teorías de la ilustración,
particularmente del pensamiento de la revolución democrático-burguesa, la de
sus maestros, alimentado con su praxis revolucionaria aquilatada desde el mismo
momento en que participa en la gesta de la independencia de América, hasta su muerte.
En
efecto, con el advenimiento de la modernidad en el siglo XVI, el hombre-sujeto
desplazó a Dios como rector de la vida, el conocimiento se produce desde la
ciencia y no desde la teología como se hacía antes, la educación forma a los
ilustrados que a la vez hacen la educación, se construye la sociedad del
cálculo, en el proceso de modernización hacia
el siglo XVIII: nace la administración, la planificación y la contabilidad. Los
ilustrados se asignan el privilegio de gobernar y dirigir los cambios y las
revoluciones.
Para
los ilustrados, ningún hombre transforma nada sin ideas y las ideas se convierten
en realidad en la medida en que los hombres y mujeres las llevan a la práctica.
Fueron los ilustrados, sobre todo los
franceses de finales del siglo XVIII, los primeros en tomar conciencia del vínculo indisoluble entre las
ideas y la acción. Con ello se avanzaba en la superación de los sistemas
filosóficos de los siglos XVI-XVII, los cuales eran absolutos, especulativos y metafísicos.
Es
con el movimiento ilustrado que la razón alcanza la plenitud de su autonomía y
se hace práctica. El trabajo de trasladar esta perspectiva al mundo social y
humano lo hicieron David Hume y John Locke,
en Inglaterra en el siglo XVIII; y en la práctica social y política la materializaron Montesquieu,
Rousseau y Diderot. Fueron quienes
ilustraron a las reformas dirigidas
desde arriba, y luego para los cambios que se produjeron a partir de 1789 con la Revolución Democrático-burguesa en
Francia, fundados en: la libertad civil, la democracia, el sufragio universal,
la libertad de Pensamiento, de prensa
y de cultos, el derecho de los
ciudadanos a intervenir en los
asuntos públicos, a elegir y ser electo
para ocupar cualquier cargo en la administración del Estado, a pedir cuenta de su actuación al gobierno; la separación
entre la Iglesia y el Estado, la distinción entre los bienes privados y el
patrimonio Nacional, la desvinculación entre la soberanía y quienes la ejercen,
independencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, entre otros.
En
1799, Bolívar en España estableció contacto con los círculos ilustrados
españoles. En 1804 viajó a París, cuando
aún se sentían los efectos de la Revolución democrático-burguesa. Mientras
tanto, al continente americano llegaban,
vía contrabando, los textos e ideas de
la Ilustración y de la Revolución democrático-burguesa.
Estos
textos eran tan importantes para Bolívar que en su testamento expresó su deseo
de que el Contrato social de Rousseau, que él guardaba como un tesoro, le fuera
entregado a la Universidad de Caracas, hoy Universidad Central de Venezuela.
También estudió a Montesquieu. Ambos fueron
figuras claves de la Ilustración Política
en Francia. La Constitución de Cádiz en 1812, la primera de España, por sus ideas ilustradas y liberales fue aprovechada por los que luchaban por
liberarse del dominio colonial español. En América las ideas ilustradas sirvieron de inspiración a los independentistas
de este continente, particularmente a Simón Bolívar.
Bolívar
el 15 de agosto de 1805, hizo su juramento político: por el Dios de sus
padres, por su honor y por su patria no descansar hasta no acabar con el dominio
colonial español en América. Algunos textos claves para entender las ideas
ilustradas de Bolívar son, entre otros, el
Manifiesto de Cartagena, la Carta de Jamaica y el discurso de Angostura. Estos documentos
históricos son transversalizados por los
conceptos de libertad, igualdad y justicia, entrelazados entre sí por ideas
para una república.
Los
ilustrados pensaban, y Bolívar recibió esta influencia, que todos los seres
humanos, sin importar su origen, clase, religión, su raza, nacían libres e iguales y
que la sociedad los llenaba de cadenas. Después, solo se necesitaban conocer la sociedad en que se vive y ubicar
los eslabones que impiden la realización plena der ser humano. Bolívar conocía
el pueblo americano: sus vicios, su grandeza y sus limitaciones y hablaba de tres
eslabones de la cadena que los ata: la ignorancia, la tiranía y el vicio. Ello
queda reflejado en el siguiente pensamiento:
“Por el engaño- dice Bolívar- se
nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más
bien que por la superstición. La
esclavitud es hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento
ciego de su propia destrucción: la ambición, la intriga abusan de la
incredulidad y de la inexperiencia de los hombres ajenos de todo conocimiento
político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras
ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo,
la venganza por la justicia (…).Un pueblo pervertido si alcanza su libertad muy
pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en demostrar que la
felicidad consiste en la práctica de la virtud: que el imperio de las leyes es
más poderoso que el de los tiranos, porque son más flexibles, y todo debe
someterse a su benéfico rigor: que las buenas costumbres, y no la fuerza, son
las columnas de las leyes, que el ejercicio de la justicia es el ejercicio de
la libertad (…)Nuestros débiles conciudadanos tendrán que robustecer su
espíritu mucho antes que logren digerir el saludable nutritivo de la libertad…”[1]
Bolívar fue ferviente
admirador de las instituciones británicas, por eso recomendaba a los
legisladores de su tiempo estudiar la Constitución de Inglaterra, no para
imitarla sino para ver lo que contenía
de republicanismo.
Al respecto señalaba: “Yo os recomiendo esta
constitución popular, la división y el equilibrio de los poderes, la libertad
civil, de cómo la más digna de servil de modelo a cuantos aspiran al goce de
los derechos del hombre y a toda la felicidad política que es compatible con
nuestra frágil naturaleza” [2]. Todas estas ideas forman parte del proyecto
político y social de El libertador, y son al mismo tiempo, partes medulares del programa ilustrado.
Bolívar
en América, aparece como el hombre con plena conciencia, de las tareas
transformadoras y revolucionarias necesarias que tiene por delante, veamos:
“…Armando lo más útil, animada de lo más
justo, y aspirando a lo más perfecto, al separarse Venezuela de la nación
española, ha recobrado su independencia, su libertad, su igualdad, su soberanía
nacional. Constituyéndose en una república democrática, proscribió la
monarquía, las distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios: declaró
los derechos del hombre, la libertad de obrar, de pensar, de hablar y de
escribir” [3]
Con
respecto a la praxis de Bolívar emprendida desde el mismo momento en el que se
comienza la lucha por la independencia, con los aprendizajes vertidos por
Francisco de Miranda, hasta 1823, con la
expulsión de los últimos reductos de los españoles de este territorio, con el
que se cierra un ciclo de lucha y se abre otro nuevo, El libertador sistematizó
cada experiencia y sustrajo las mejores enseñanzas que les permitieron alcanzar
la derrota definitiva del yugo español. Del conocimiento teórico acumulado y la
praxis político-militar materializada en diversas batallas y contiendas contra
sus adversarios, vamos a tener a un político de altos quilates, a un gran
estratega militar, a un comunicador
convincente, estadista, diplomático, organizador de hombres y mujeres,
agitador, maestro de la unidad y la
inclusión que supo utilizar las alianzas, el manejo de la geopolítica de su
tiempo, las debilidades de su adversario, la información, la inteligencia y
contra-inteligencia, el clima, el sentido de la oportunidad, el uso del factor
sorpresa, el conocimiento del terreno; combinar la flexibilidad con la firmeza
en la toma de decisiones, para cristalizar
con éxito su obra libertaria. En consecuencia, a Bolívar debemos verlo como un
producto histórico de la historia que el mismo y su ejército llevaron adelante
y del pensamiento predominante en la época en la que le tocó vivir.
De
la síntesis del pensamiento y la acción de Bolívar, se ha derivado la Doctrina
Bolivariana la cual se puede entender como: un cuerpo teórico-filosófico y político,
expresado en principios de vida y valores, inspirados en el pensamiento liberal
de la ilustración, que sirvió de base para liberar a América del yugo español,
a través de la combinación de la lucha
política, militar, diplomática y comunicacional,
diversas formas móviles de organización, de políticas de alianzas y procesos unitarios
y de inclusión social, al interior y exterior de Venezuela, en el contexto de
una geopolítica internacional compleja caracterizada por una lucha
inter-potencias por el control de los nuevos espacios geográficos y el
enfrentamiento a las pretensiones imperialistas de los Estados Unidos, todo
ello para lograr la independencia de
Venezuela.
La
doctrina bolivariana, enriquecida con el pensamiento nuestro americano y caribeño
construido en los últimos dos siglos, tiene vigencia hoy para orientar la lucha del pueblo
venezolano, nuestro americano y caribeño contra las diversas formas de
imperialismo que actúan en alianza con oligarquías apátridas, con miras a apropiarse de nuestras riquezas
naturales y utilizar nuestro territorio
para el tráfico del narcotráfico internacional como fuente
financiera utilizada por el imperialismo para palear su crisis
estructural y sistémica. La lucha de Bolívar fue contra la España imperial, la
lucha nuestra hoy es contra el
imperialismo norteamericano como la cabeza visible de una alianza satánica y
perversa expresada en la OTAN que atenta contra la vida humana y la tierra como planeta.
REFERENCIAS:
[1] José Manuel (2014), idea o concepto de libertad en
simón bolívar, Disponible
en:https://www.buenastareas.com/ensayos/Idea-o-Concepto-De-Libertad-En/6744335.html
[2] Morla Rafael De la Cruz (2007), Bolívar y la ilustración.
Disponible en: http://meditacionesfilosoficasrd.blogspot.com/2007/01/bolvar-y-la-ilustracin-porrafael.html
[3] Ibíd.
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